El dolor es parte del liderazgo y no hay cómo evitarlo.

Lo que sí podemos aprender es a administrarlo, para saber cuándo queremos sentir el dolor si al principio o al final.

Me estoy refiriendo específicamente a la disciplina. La disciplina duele y duele mucho pero duelen más los resultados de la indisciplina.

La disciplina en el liderazgo trae beneficios evidentes a tu vida, es muy alentador ver los resultados de ser disciplinado. Nos da dolor la disciplina pero nos da gusto los resultados.

Por otro lado, dejar la disciplina a un lado, sentimos el placer en ese momento, postergamos el dolor de la disciplina, pero cuando llega el momento, y todos los sabemos, ese momento llega… es MUY doloroso. Los resultados de no disciplinarse son un verdadero tormento.

Cada dolor tiene repercusiones, unas buenas y otras malas.

Es fácil identificar los dolores, lo difícil es elegir.

Pensemos en esto, como un mero ejemplo. La obesidad trae repercusiones dolorosas para una persona. Hacer ejercicio trae dolor en el momento a la persona pero después de un tiempo repercute en una buena salud. Tú decides que dolor elijes. Si el dolor de la disciplina o el dolor de los resultados de la obesidad.

Otro ejemplo puede ser el dolor de no tener procesos, las consecuencias son catastróficas y muy dolorosas. En el momento hay placer por hacer las cosas como se vayan dando. Por el otro lado cuando hacemos procesos, puede ser muy dolorosa la implementación y dolorosa el seguir los procesos pero los resultados placenteros llegan al final.

Tú elijes que tipo de dolor escoges.

Dolor ahora o dolor después.
Placer ahora o placer después. La decisión es tuya.

Pain Now, Pain Later

Pain is part of leadership and there is no way to avoid it.

What we can learn is how to manage it, to know when we want to feel the pain—either at the beginning or at the end.

I am specifically referring to discipline. Discipline hurts and it hurts a lot, but the results of indiscipline hurt even more.

Discipline in leadership brings evident benefits to your life; it is very encouraging to see the results of being disciplined. Discipline gives us pain, but the results give us joy.

On the other hand, abandoning discipline gives us pleasure at that moment, postponing the pain of discipline. But when the moment arrives, and we all know it does, it is VERY painful. The results of not being disciplined are truly tormenting.

Every pain has repercussions, some good and some bad.

It is easy to identify the pains; the hard part is choosing.

Consider this as a mere example. Obesity brings painful repercussions for a person. Exercising brings pain to the person at the moment. You decide which pain you choose: the pain of discipline or the pain of the results of obesity.

Another example could be the pain of not having processes; the consequences are catastrophic and very painful. At the moment, there is pleasure in doing things as they come. On the other hand, when we implement processes, it can be very painful to implement and follow them, but the pleasurable results come in the end.

You choose what kind of pain you select.

Pain now or pain later.
Pleasure now or pleasure later. The decision is yours.